Quien tiene o haya tenido un coche alguna vez sabe que el mayor desembolso se produce en el momento de compra, aunque para que el coche se mantenga en perfecto funcionamiento hay que mantenerlo… y pagar cosas como impuestos, seguros, plazas de aparcamiento…
Todos estos costes se elevan a medida que el coche sube de nivel. El mantenimiento de un coche de alta gama es más caro, y no hablemos del seguro o de encontrar una plaza de garaje donde esté seguro. Siempre se suele decir que el TCO (Total Operation Cost) de un coche generalista equivale en diez años a lo que costó comprarlo, así que en el caso de un coche de lujo esto se produciría antes.
Hoy vamos a intentar demostrar todo esto con un caso real. Si sigues la información del motor en internet posiblemente conocerás a Chris Harris. Es un periodista del motor que tiene un famoso canal de Youtube (Chris Harris on Cars) donde prueba coches con un enfoque puramente pasional. Pues bien, resulta que Ferrari no le presta coche para realizar pruebas… y hace un tiempo tuvo una oportunidad para hacerse con uno, tal y como cuenta en PistonHeads. Vendió su Porsche para, así, descubrir qué se estaba perdiendo.
Al principio creía poderlo mantener, pero no ha sido así y no le ha quedado más remedio que venderlo. En una carta publicada en PistonHeads, Chris Harris habla de cifras: En los diez meses que ha tenido el coche se Ha gastado 10.000 libras esterlinas (unos 1.200 euros al mes). No creas que no se ha bajado del coche. Apenas le ha hecho al Ferrari 3.000 millas (menos de 5.000 km). Menos de 500 km al mes.
El coste se queda en unos 2,3 euros por km, ya que, para no perder la garantía, tenía que realizar el mantenimiento en un concesionario oficial. Harris cuenta que le atraía la baja depreciación del coche en el mercado de segunda mano, pero al final la realidad de los costes le ha empujado a vender su coche.
¿Cómo es posible que un periodista del motor de su calibre, que dispone de muchísima información, no se percató de lo que iba a ocurrir? Pues por algo muy sencillo, el factor pasional que nunca falta en un automóvil… Motor V12, diseño italiano, exclusividad… En esos no piensas que su consumo no baja de 20 litros /100 km en una conducción deportiva, que cambiar ruedas puede suponer el sueldo de un mes… en definitiva, que a un currito de clase media, por más famoso que sea, le resultará muy difícil mantener un Ferrari o un coche similar. Es que hay ofertas de Ferrari de segunda mano tan suculentas… Que entendemos que sea complicado resistirse a la tentación.
En su carta Chris Harris asegura que no se arrepiente, ni de comprarlo, ni de venderlo. Y no hay más que ver el vídeo de la prueba de su ya ex coche para ver cómo lo disfrutó… “es un planeta totalmente diferente”… comenta en él. Como bien reza el dicho “que le quiten lo bailao”: