Sólamente se pondrán a la venta 500 unidades de esta exclusiva edición especial, todas ellas basadas en el acabado 3LT tope de gama. Su esquema cromático será el mismo, una pintura de carrocería en la tonalidad Laguna Blue Tintcoat y un habitáculo con asientos de cuero en tono Brownstone. En el habitáculo también encontraremos algunas molduras forradas en cuero e inserciones de fibra de carbono. Otra diferencia con otros Corvette serán varios emblemas específicos en los vanos de las puertas y la consola central donde se podrá leer “Stingray”.
El techo es de fibra de carbono expuesta. A la vista de las imágenes se ve que es una máquina imponente, con un halo muy americano especialmente notable en las llantas cromadas. Para diferenciarlos del resto de los Corvette, los números de serie de estas 500 unidades comenzarán en 300001. Tal y como se hará en España, esta edición limitada incorpora de serie el Z51 Performance Package. Consiste en una serie de mejoras prestacionales diseñadas con el circuito en mente: lubricación por cárter seco, un diferencial autoblocante electrónico, aerodinámica mejorada para una mayor estabilidad y la suspensión electrónica Magnetic Selective Ride Control.
Las últimas golosinas son un escape de alto rendimiento y un juego de maletas de alta calidad firmadas por Thule, un especialista sueco en soluciones de portaequipaje. En cuanto al propulsor no habrá cambios, se trata del mismo 6.2 V8 LT1 del que ya hemos hablado, un enorme V8 con inyección directa, distribución variable y 460 CV de potencia. Con el Z51 Performance Package y caja de cambios manual de siete relaciones, es capaz de acelerar de 0 a 96 km/h en 3,8 segundos.
Estoy seguro de que estas unidades se revalorizarán en un futuro no muy lejano, por lo que quienes se hagan con una de ellas en estos momentos tendrán una buena inversión. Su precio es desconocido en estos momentos.
