Un ligero retoque estético, un frugal paso por el quirófano, un poco de botox por aquí, nuevas llantas y una edición especial que recibe frenos carbocerámicos y un alerón fijo que tampoco desentona demasiado para seguir haciendo del Gallardo todo un “superventas” entre los deportivos exclusivos hasta la llegada de su sucesor.
Una colorida estampa en el stand de Lamborghini con dos Gallardo, en azul y amarillo, acompañando a un tercero en un más discreto negro, si se puede llamar discreto a algún Lamborghini, que nos introducen en los cambios presentados en su frontal, perdiendo las características aperturas laterales. Lamborghini además acompaña a este nuevo frontal con unas nuevas llantas de 19 pulgadas en un acabado negro mate.
Personalmente me gustaba más el diseño del paragolpes anterior, más limpio, sin aditivos, pero es lógico que Lamborghini quiera seguir afinando la estética del Gallardo teniendo en cuenta que según las previsiones todavía nos toca esperar un par de años más hasta la llegada de un relevo para el Gallardo. Su línea tampoco pide un sucesor a gritos.
Con cerca de 13.000 unidades salidas de Sant’Agata Bolognese, Lamborghini comenzará a comercializar este lavado de cara y la nueva edición especial (disponible en combinaciones cromáticas exclusivas) desde el próximo mes de noviembre. Una edición más y una de las últimas evoluciones del Gallardo antes de la llegada de una nueva generación que según los rumores tendrá una gama más simplificada, sin tantas ediciones especiales ni tantas combinaciones mecánicas.
