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31 de diciembre de 2011

¿Realmente General Motors es culpable del final de Saab?

La marca sueca está prácticamente acabada y muchos piensan que los responsables de todo son los gestores de General Motors, a quien perteneció Saab durante 20 años. ¿Hasta qué punto es cierto? Parece ser que no tienen toda la culpa en Detroit.

Saab tenía un carácter individual y muy suyo: coches que tardaban años en renovarse, baja producción, poco interés en las mecánicas diesel, falta de sinergias con GM, precios inadecuados… ¿Eran los Saab caros? Depende cómo se mire, para lo poco que vendían, no era rentable venderlos a esos precios.

Es decir, venderlos más baratos solo habría adelantado el final de la empresa. Venderlos más caros los habría hecho menos competitivos respecto a marcas Premium rivales. Dicho de otra forma, el espíritu Saab ha tenido más que ver en el final que la propia General Motors. Para el gigante norteamericano, Saab dio pérdidas 17 años.

Todo esto viene de un estudio de profesores de escuelas de negocios de Cambridge y Edimburgo, que además postula que las marcas Premium deben cambiar el chip. Si son más exclusivas, tienen que ser más rentables, o si no, tendrán que vender mucho con menos margen. Audi, BMW, Mercedes-Benz y otras tantas ya se han aplicado el cuento.

El informe, de casi 40 páginas, está firmado por Matthias Holweg y Nick Oliver. Es un poco denso, pero si queremos hablar con conocimiento de causa de todo el proceso, tendremos que hacer un poco de introspeccion. Más de uno me dirá: “ ¿y qué me dices del bloqueo de GM para que Saab acabase en manos chinas?”.

Pues digo lo que dije antes, que los chinos querían tecnología GM a “bajo coste” y los norteamericanos no querían “regalar” su saber-hacer. Saab fue la víctima, pero las posturas de General Motors, así como las de Pang Da y Youngman, eran comprensibles desde el punto de vista empresarial.

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