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28 de febrero de 2011

Shayton Equilibrium, un sueño de 1.084 CV

De nuevo volvemos a echar un vistazo a un proyecto de superdeportivo, otro de tantos que surgen cada poco tiempo y que la mayoría de las veces se quedan en agua de borrajas. El ejemplo de hoy viene de la mano de la la compañía Shayton, que ha presentado las primeras imágenes realizadas por ordenador de un superdeportivo que tienen en mente.

Se denomina Shayton Equilibrium y ha sido diseñado por Andrej Stanta y Dominik Cernelic, cabezas visibles de esta desconocida compañía. han bautizado al coche con ese nombre porque consideran que su diseño representa un equilibrio perfecto en todas sus líneas. Quizá no sea para tanto, pero lo cierto es que su diseño resulta sumamente atractivo aunque se le puedan sacar los recurrentes parecidos.

Para quien quiera saber algo más de la inspiración que han tomado para realizar el aspecto del coche, le recomiendo que se pase por su página web y lean con qué pasión y grandilocuencia describen su creación. No dudan en calificar al coche como el hijo del viento, y que está inspirado en un halcón, de ahí que el logotipo de la empresa luzca la efigie de este animal. Aunque no vamos a echarles tantas flores, hay que reconocer que les ha quedado bonito.

El aspecto exterior intenta aparentar poderío, y de hecho Shayton quiere convertir al coche en una auténtica bestia de circuito, a pesar de que aparenta ser un coche más burgués. El motor que pretenden montar a este superdeportivo es un bestial V12 de 1.084 CV, que entrega un par máximo de 930 Nm. El cuerpo del coche estaría fabricado en fibra de carbono y titanio, dos materiales ligeros gracias a los cuales el peso se quedaría en sólo 1.200 kg. Con una relación peso-potencia de sólo 1.42 kg/CV, las prestaciones son de infarto: de 0 a 100 km/h en 3.1 segundos, de 0 a 200 km/h en 8.9 segundos y una velocidad máxima superior a los 400 km/h.

Para el suministro de los componentes mecánicos se aliarían con las más reputadas empresas de cada sector. Las llantas de 21 pulgadas irían calzadas en neumáticos Pirelli P Zero, los frenos correrían por parte de Brembo, los asientos de Recaro, la electrónica de Bosch, el sonido de Bang&Olufsen, la iluminación de Hella, los escapes de Akrapovic, etc… En el interior nos encontraríamos los típico de estos coches: cuero, Alcantara, fibra de carbono…

Utilizamos el verbo en condicional porque aún no está nada claro que vaya a existir una unidad física. La compañía pretende fabricar 15 o 20 unidades, todas ellas a un precio superior al millón de euros. De momento están captando clientes a la espera de poder realizar su sueño de fabricar un superdeportivo con todas las letras, aunque no sabemos qué tal va su “labor comercial”. ¿Tendrán suerte en su aventura? Parece difícil que alguien vaya a atreverse a gastar semejante cifra en un coche sin historial previo, aunque les deseamos toda la suerte del mundo.

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