-
-

21 de junio de 2010

Fifth Gear se pasea por Italia con el Lamborghini Gallardo LP 570-4 Superleggera

Los chicos de Fifth Gear son muy afortunados, han sido unos de los pocos privilegiados en poder probar el nuevo Lamborghini Gallardo LP 570-4 Superleggera, el último toro rabioso en salir de Santa Ágata. El Gallardo Superleggera es una versión aligerada del habitual Gallardo, 70 kg más ligero gracias al uso extensivo de la fibra de carbono en ciertas partes de la carrocería, como el difusor o los paragolpes. Las ventanillas traseras y la tapa del motor son de policarbonato, los bacquéts de fibra de carbono. De rabioso naranja, tiene un habitáculo completamente cubierto en Alcantara oscura.

Jason Plato ha sido el encargado de sacar a pasear los 570 CV de su motor 5.2 V10 atmosférico, envueltos en una carrocería de vicio. Acelera de 0 a 100 km/h en 3.4 segundos y es capaz de superar los 320 km/h. Plato – piloto del BTCC - comenta que es un coche que demanda ser conducido rápido por carreteras alpinas para poder sacarle todo el jugo, a bajas velocidades no se encuentra cómodo y el motor pide mucha guerra. Un motor que suena como una absoluta delicia cuando se le hace superar las 8.000 rpm, un aullido que nos pone los pelos de punta, especialmente si le hacemos chillar dentro de un túnel.

Su equilibrio resulta muy reseñable, aunque la tracción total reparte el 70% de la potencia al tren trasero, lo que provoca en palabras de Jason, que sea un poco nervioso según que circunstancias, especialmente acelerando a la salida de curvas cerradas. De serie viene con la caja manual robotizada eGear. Se ofrece una opción manual sin coste, pero el 97% de los clientes no quiere el tercer pedal. Es uno de los sinos de los superdeportivos modernos, las automáticas son tan rápidas, cómodas y orientadas a las prestaciones que nadie quiere perder prestaciones sólo por ejercitar la pierna izquierda.

La última parte de la prueba consistió en colarse en el Lingotto, la antigua fábrica de Fiat en Turín, usando sólamente el coche como salvoconducto. Y vaya si lo han conseguido, ofreciéndonos espectaculares vistas de una de las fábricas más impresionantes del mundo – hoy en desuso industrial y auge corporativo – y de su techo, en el que se solían probar los Fiat producidos antes de enviarlos al cliente.

DFFGFFFGGGGGG