La guerra por la potencia está llegando a su fin, buena prueba de esto es la declaración de que AMG la abandonaba para intentar incorporar a sus coches valor añadido de otro modo. Pues bien, ahora es otro de los grandes quien anuncia que su salida de esta competición por ver quien desboca más caballos en sus cilindros, hablamos ni más ni menos que del fabricante italiano Lamborghini.
En lugar de buscar una mayor potencia para mejorar el rendimiento de sus superdeportivos, desde Sant’Agata Bolognese en el futuro próximo se buscarán coches que aumenten las sensaciones sin hacer lo mismo con la potencia. Las culpables, como ya viene siendo costumbre en los últimos tiempos son las estrictas normativas de emisiones que se avecinan y que castigarían tanto el bolsillo de la marca con multas, como la imagen en un tiempo en el que la sensibilidad medioambiental está al alza.
Los nuevos horizontes que se están abriendo en Lamborghini, según afirmaba su CEO Stephan Winkelmann, incluyen el uso intensivo del aluminio y materiales compuestos como la fibra de carbono, para recortar así peso. A menor peso del conjunto más se reduce el consumo y por consiguiente las emisiones de dióxido de carbono, esta es una fórmula con la que el fabricante lleva algún tiempo trasteando en los modelos que reciben la denominación Superleggera y Super Veloce.
El negocio basado en la potencia y velocidad punta tiene un enemigo mortal en la aerodinámica, como bien explicaba durante el Detroit Auto Show Maurizio Reggiani, jefe de investigación y desarrollo para Lamborghini. Pues la potencia necesaria para hacer acelerar un vehículo crece exponencialmente con la velocidad a la que se desplaza y a partir de unos 338 km/h el esfuerzo es inmenso, así como el consumo y emisiones asociados a este.
De todos modos, que la potencia no siga aumentando en los exquisitos motores de Lamborghini no debería preocuparnos demasiado, pues los 670 CV presentes en el Murcielago 670-4 SV deberían ser suficientes para saciar el apetito de los más hambrientos de aceleración. Y sino que se lo pregunten al fabricante Ariel, que con tan sólo 245 CV es capaz de hacer el 0 a 100 en 2,7 segundos en su liviano Atom.