Para muchos, el Chevrolet Volt es ya un fracaso sonado en tanto no ha logrado llegar a ser la revolución que se esperaba de un eléctrico que gracias a la presencia de un motor térmico para extender su autonomía acababa de pleno, con uno de los mayores problemas derivados del coste, en kilogramos y euros, del almacenamiento de la energía. Yo soy mucho más optimista que todos ellos y pienso que pese a los problemas que ha afrontado a lo largo de su corta vida, el Volt está sentando las bases de una nueva generación de productos que en un futuro serán muy demandados, necesarios y prácticamente imprescindibles en muchas grandes urbes.
Así las cosas la tecnología del Volt pasará a un nuevo modelo que se presentará hoy mismo en el Salón de Detroit, del que desde ayer estamos haciendo un seguimiento. Se trata del Cadillac ELR, lo que en apariencia es un Cadillac CTS Coupé con rasgos que a mayores nos recuerdan al prototipo Cadillac Converj Concept de 2009, el verdadero gérmen de este coupé de lujo. Pero ¿por qué razón en General Motors siguen obcecados en trabajar sobre la tecnología de autonomía extendida?
La tecnología está desarrollada y hay que amortizarla
Vox populi: el Chevrolet Volt aporta “pérdidas” a General Motors. Lo primero que debemos pensar es que los márgenes de coste de producción y beneficios en el Volt han sido ajustados al máximo para que su precio, aunque alto, no sea desorbitado. Aún así el mayor problema con que se encuentra General Motors es que con unos márgenes tan estrechos será difícil amortizar la extraordinaria inversión que se hizo desde un principio con el Volt.
La solución que se ha planteado con bastante acierto, según mi opinión, General Motors, es tratar de amortizar lo invertido en el desarrollo extendiéndolo a otros productos que podrían tener menos problemas para ofrecer un margen de beneficios mayor. De ahí entendemos que el Cadillac ELR, en tanto coupé de lujo, justificará mejor un precio que a priori imaginamos será altísimo.
Pensemos que un Volt ya es más caro que el Cadillac CTS Coupé más económico. De hecho no me parecería descabellado pensar que el ELR estuviese en precios similares a los de un Cadillac CTS-V Coupé con motor V8 y 556 CV de potencia.