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1 de febrero de 2012

El Volkswagen Golf VII se pondrá a dieta

Para la próxima generación del superventas de Volkswagen, los responsables han decidido que hay que acabar con el sobrepeso y con esta premisa ya han avisado que el Golf VII será unos 70 kg más ligero en comparación con la generación actual. Es desde luego una cura de adelgazamiento muy importante porque siempre se ha tildado al compacto alemán como un coche pesado, demasiado pesado si revisamos las fichas técnicas de sus rivales.

Esto lo han conseguido gracias a la utilización de aceros de alta resistencia en el chasis así como en la adopción de motores y suspensiones más ligeros. Seguro que habrá motores de muy baja cilindrada, caso de los 1.2 para favorecer este dato en la báscula.

Pero si piensas que las variantes más radicales pesarán prácticamente lo mismo, estás equivocado, en el caso del GTI la dieta podría irse hasta los 100 kg y firmar un dato de 1.320 kg en vacío. Y aquí no hablamos de un motor tricilíndrico de baja cilindrada, sino del conocido 2 litros TFSI. En este caso el techo será también de aluminio para bajar, además, el centro de gravedad.

Esta disminución de peso tan radical en el GTI se debe a que han patentado un proceso de soldadura especial que significa que se pueden crear GTIs con techos de aluminio mezclando en la misma línea de producción los Golf con techo convencional en acero.

Esta variante aumentaría su potencia hasta los 230 CV y el par máximo rondaría los 300 Nm. Y lo que más me gusta, en la casa germana se han dado cuenta que no todo es potencia sino también peso, y ante la frase de “quítame antes un kilo que darme un caballo” en Volkswagen lo que harán con el GTI VII será todo, aumentar potencia y reducir peso para que tanto el consumo como las prestaciones sean de primer nivel.

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