Aquí tenéis la última locura de los insensatos preparadores alemanes: el Volkswagen Golf R Black Pearl, con 530 CV. Esta vez la monstruización es cortesía de Siemoneit Racing, cuyos trabajadores doctamente han sabido potenciar electrónica y elementos mecánicos.
Basicamente, la receta es sencilla: para ir inspirándose, agarran uno de estos potentes compactos y lo meten en la cocina para ponerle un capó de fibra de carbono. A continuación, cambian todo el sistema de escape y, ya metidos en faena, acoplan el intercooler, optimizan la toma de aire propiamente dicha y montan una bomba de gasolina de alta presión. Hasta aquí es la primera fase: la descafeinada de 355 caballos y 485 Nm. de par máximo.
Sin embargo, hoy en día las preparaciones al mayor nivel de automóviles germanos como éste suelen basarse en la modificación de la electrónica. Por ello, los artesanos norteños prosiguen no solo con cambios en la centralita, principalmente para incrementar de forma importante potencia y par y su entrega; sino también en la caja de cambios DSG, en orden a que pueda ingerir el nuevo complejo vitaminado.
Al final, la nave espacial sale por unos 5.000 euros (Golf R aparte). En fin… *****, esta gente va a tope; y creo que, en el ámbito que nos ocupa, voy a empezar a reservar la frase sólo para proyectos de este estilo.
9 de julio de 2011
A tope: Black Pearl Golf R
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