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11 de junio de 2010

Aznom y Romeo Ferraris dan un toque "chic" al Defender

¿Un Defender premium? Lo sentimos mucho, pero no. Aunque es cierto que Land Rover ha lanzado versiones más o menos "arregladitas" de su icónico todoterreno, unas de las características definitorias del Defender es que no te puede hacer duelo meterlo por cualquier barrizal o zarza. A fin de cuentas es todo chapa y plástico duro, y no por nada.

Es por eso que no nos podemos comprender del todo el trabajo de los italianos de Aznom, que con mucha paciencia y bastante desprecio al propósito natural de este comerrocas, han decorado su exterior como si fuera un Fiat 500, aunque lo realmente grave es el habitáculo, recubierto con cuero (olvídate de entrar perdido de barro), fibra de carbono, y hasta con dos buckets Recaro más perdidos en el Defender que un pulpo en un garaje. En el lado positivo, Romeo Ferraris ha metido mano a su motor 2.4 TD, que ahora saca 152 CV en lugar de 122.

Exteriormente bonito y hasta interesante, sí, pero para aventureros de jardín y poco más.

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