El CR-Z de producción será prácticamente clavado al prototipo de Tokio

El CR-Z fue uno de los protagonistas principales del Salón de Tokio. El curioso cupé híbrido de Honda evolucionaba sobre las bases del prototipo original, perdiendo algo de batalla a base de incrementar el voladizo delantero (por razones de agilidad y seguridad en caso de impacto) y ganaba superficie acristalada y altura de techo, para incrementar el volumen para los pasajeros.

Además de eso, hemos podido saber que todos los elementos estilítiscos aplicados al coche serán directamente trasladados al modelo de producción con mínimas diferencias (aunque eso también lo oímos en el Insight, y las diferencias menores fueron mucho más que apreciables). Nos quedamos de momento con las ganas de saber especificaciones técnicas, pues esto será el principal caballo de batalla de este coche: Si las prestaciones son las de un buen deportivo de 8 kg/CV o menos, tal vez se convierta en una buena alternativa a los GTi del mercado.