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6 de junio de 2013

Agustín Pérez: el argentino que diseñó para Lamborghini

El diseño automotor es un mundo fascinante, pero quienes conocen de cerca los engranajes de esta especialidad saben que el oficio tiene menos glamour de lo que aparenta. Y más sacrificio de lo que se imagina.

Trabajar en Lamborghini puede llegar a ser el sueño dorado de más de un apasionado por los autos y el argentino Agustín Pérez llegó a concretarlo. Se ganó un lugar en el Centro Stile de la marca italiana e integró los equipos que crearon los modelos Aventador, Urus, Estoque y Sesto Elemento.

Pero la relación amor-odio que a veces se entabla con esta profesión –tan creativa como exigente y competitiva- lo llevó a Pérez a tomarse un respiro y volver a la Argentina. A dedicarse a la docencia y a proyectos personales. Aunque sin renunciar a tomar –alguna vez, en algún momento y justamente- el Toro por las astas.

-¿Cuál es el primer recuerdo que tenés de tu vocación por el diseño de autos?
-Desde que tengo uso de razón, siempre fueron mi pasión los autos. Nací en un ambiente en donde mi padre se dedicaba a la venta y por tal motivo estaba siempre alrededor de ellos. Ya de chico me gustaba dibujar en donde hubiera un espacio en blanco. Siempre me fascinaban los folletos de los autos en donde mostraban algunos dibujos en la parte de Design e intentaba copiarlos, sin logros claros.

-¿Qué estudios cursaste y cuándo tomaste la decisión de seguir tu carrera en el exterior?
-A los 16 años me había contactado con el IED para hacer la carrera de diseño de transporte en Torino y a los pocos días me enviaron toda la información correspondiente para poder estudiar, creo que todavía tengo el cronograma de estudio y horarios del folleto que te enviaban para la inscripción. Llega el 2001 y la crisis Argentina no ayudaba a poder ir a estudiar el exterior, con lo que decidí inscribirme en la facultad de Arquitectura y Diseño de la UBA. Recuerdo ese día de la inscripción, con el cuadernillo de la FADU en mano, donde sólo debía tachar qué carrera seguir. Había pensado hacer Arquitectura, pero al final marqué Diseño Industrial y al entregar el talonario se definió mi camino. Si bien la carrera no involucra el diseño de automóviles intenté hacer cursos de Diseño Automotor que terminaba dejándolos a los pocos meses. En esos años, la idea de diseñar autos se había tornado nula, con lo que mi carrera profesional se dedicaba a los objetos. Pase por varios estudios de Buenos Aires en donde desarrollé lámparas, objetos de telefonía y algún que otro concurso de diseño (que tuve la suerte de ganar) mientras terminaba la carrera. Por el año 2007 me encontraba terminando el último año de Diseño Industrial y, como docente del área de Morfología, Juan Maronese me integró en su grupo de trabajo en las oficinas que él estaba abriendo en Buenos Aires. Ahí fue donde empezó a nacer el vínculo con las empresas en el exterior. A fines de ese año sentía que tenía muchas cosas para aprender en el mundo del automóvil y más aun en Torino Italia, donde siempre había soñado estar. Apliqué al “Master de Diseño y Art del Transporte” del Instituto Europeo de Design (IED) con un proyecto en común para todos los inscriptos (Fiat Coupe). Logré obtener el primer puesto y la beca para estudiar. En diciembre del 2007 ya tenía la cabeza puesta en Italia, dejé la facultad terminada, mi trabajo, mis amigos, mi familia y emprendí el viaje que no había logrado hacer en el 2001.

-¿Cuál fue tu primer trabajo en Europa y cómo te comenzaste a contactar con las automotrices?
-Con mi pequeña experiencia en la Argentina, me fui a Italia con la oportunidad de seguir trabajando para varios clientes a través de un consultor de Torino. Acepté el trabajo para poder mantener mi estadía. Durante los años del Master tuve la suerte de trabajar para varias compañías (Audi, New Holland y Lamborghini). Mi historia con Lamborghini había nacido a la distancia con el desarrollo de la interface del Reventón y a través de ese motivo me propusieron integrar el proyecto del concept Estoque del 2008. Gracias a la experiencia adquirida trabajando en diferentes proyectos con diferentes marcas, uno va conociendo gente del ambiente y relacionándose con el mercado.

-¿Qué trabajos hiciste para Lamborghini?
-En el 2008 algunos proyectos de Lamborghini se desarrollaban en las instalaciones de Italdesign-Giugiaro en Moncalieri, a pocos kilómetros de la ciudad de Torino. Es ahí donde integré el Team Estoque. Al terminar ese proyecto, trabajé en otros para Audi por algunos meses, que por ese entonces estaba desarrollando proyectos en las mismas instalaciones. A fines del 2008 y 2009 integré el team de Design que estaba desarrollando el Aventador, ya en su fase final hasta llegar a la producción, con lo que me dio la posibilidad de poder aprender no solo conocimientos técnicos, sino ademés aspectos de procesos industriales, en los cuales el diseño se ve muy involucrado. Luego de la crisis que atraviesa la industria automotriz en el 2009, el trabajo decayó y los proyectos se paralizaron. Los tiempos de cada desarrollo se hicieron eternos por la falta de inversión. Por tal motivo, a fines del 2009 me trasladé por poco tiempo en Alemania para trabajar para Audi nuevamente, en un proyecto de tiempo determinado. En el 2010, el crecimiento de la industria en Europa se aceleró otra vez y Lamborghini empezó a desarrollar varios modelos, por eso regresé a Italia otra vez. En enero del 2011, específicamente en el salón de Ginebra, me brindan la oportunidad de integrar un nuevo grupo de trabajo de la mano de Alessandro D’Ambrosio, bajo las órdenes de Walter de Silva, en el nuevo Advanced Design que se estaba abriendo en Braunschweig, Alemania. Ese año fue muy interesante por el hecho de integrar un grupo desde el inicio y por tener una metodología de trabajo diferente a las que se hacían en Lamborghini. Desde el inicio del 2012 hasta marzo del 2013 trabajé en Lamborghini nuevamente hasta tomar la decisión de regresar al país.

-De los modelos en los que trabajaste, ¿cuál de todos es tu favorito?
-En las fases de diseño se generan muchas ex’s que uno no deja de olvidar. Pero, sin embargo, cuando uno saca de los cajones las viejas propuestas y la compara con el diseño decidido por los directivos, se da cuenta de que al final se tomó la decisión correcta, aunque no en todos los casos. Por ese motivo, en todos los proyectos que tuve la suerte de realizar mi propuesta o interpretación, aún no siendo la elegida, han sido cada una de ellas mis favoritas. Desde que estoy trabajando en el mundo del Design he tenido la suerte de integrar varios proyectos que han concluido siendo concept cars, producción o en muchos casos modelos en escala (maqueta). En cada proyecto uno va incrementando su participación por ir adquiriendo mayor experiencia. El integrar un grupo de trabajo te brinda las posibilidades de ir probando sin arriesgar, ya que te encuentras acompañado de personas con mucha experiencia. Cuando me encontraba realizando el Master se hicieron dos proyectos en conjunto de dos empresas, uno de ellos fue el súper deportivo de la marca italiana DR motor presentado en ginebra del 2009 y el Concept car desarrollado en conjunto con la marca Tesla Motors presentado en el mismo salón del 2010. En el caso de Lamborghini, el grupo estaba integrado por 10 personas que teníamos que resolver cada inconveniente, desde las reuniones de ingeniería hasta el nombre del auto con el departamento de marketing. En mi experiencia integré los grupos de trabajo de Reventón (2007), Estoque (2008), Sesto Elemento (2010), Aventador (2011), Urus (2012) y Aventador 50th Anniversary (2013). Los proyectos realizados en VW eran modelos de búsqueda y no de producción, con lo que todos esos modelos quedarán en recuerdos. En los próximos meses espero ver en el mercado algunas cosas que he trabajado hasta mis últimos días en la empresa.

-¿Y si tuvieras que elegir uno sólo?
-Si tuviera que elegir, creo que elegiría el Urus del 2012. Fue un proyecto donde trabajé activamente en el desarrollo del externo y del interno, integrando los dos grupos de trabajo hasta el final. Creo que fue un proyecto amor-odio en todos sus sentidos, pero al final con la satisfacción de terminar algo que uno va generando desde cero.

-¿Cómo definirías la filosofía de diseño actual de Lamborghini, a qué público apunta y cómo lo compararías con los diseños más clásicos de los años ’60 y ’70?
-La filosofía Lamborghini se basa sobre los siguientes fundamentos “extreme_unspective _uncompromised”. El constante trabajo que Lamborghini realiza para que cada uno de sus modelos sean únicos es arduo y en muchos caso fatigante para las personas que integran el centro stile. Existe mucho compromiso en el desarrollo para que cada uno de esos factores sean contemplados en cada auto de producción. En la historia cada modelo representa una pieza única y en cada una de ellas se marcan las líneas que representan un Lamborghini. Luego del lanzamiento de Reventón en el 2008 Lamborghini estaba dando pasos grandes para el objetivo definitivo en el 2011, que con la presentación del Aventador, marcarían una nueva era en los desarrollos de la marca no solo de los aspectos estéticos si no tecnológicos. El público principal de la marca se encuentra en el mercado Norte Americano y actualmente el mercado Chino.

-Lamborghini es una marca que pasó por muchos propietarios. ¿De qué manera esto al ADN de diseño de una marca y cómo influye actualmente su pertenencia a un grupo alemán?
-Si bien la marca pasó por varios propietarios, fueron dos los grupos que se dedicaban a la producción (Chrysler y Audi) los restantes fueron inversionistas en época de crisis. Creo que las marcas toman su ADN gracias a las grandes casas de Design de la época, como para Ferrari se encontraría con Pininfarina para Ferruccio existirían otros vínculos. Iniciar sus trabajos bajo las manos de Carrozzeria Touring y luego con Bertone le dio un carácter diferente y muy particular. Fue aquí donde Lamborghini empieza a tomar su ADN, con los grandes clásicos de la historia como el 350 GT, Miura, Countach. Cuando inician los problemas en Lamborghini a fines de los ’70, Ferrucio ya había hecho junto a Bertone las primeras líneas que definirían lo que la marca sería en su futuro. Luego de la venta en los ‘80 y reventa en los ‘90 al grupo Chrysler se reanuda el vínculo con Bertone y principalmente con el excéntrico Gandini, creando el Diablo y gracias al avance tecnológico de Chrysler la tracción integral que caracterizaría a la marca en la actualidad. Ya a fines de los ‘90 Audi se hace responsable de Lamborghini. Una de las características de esta marca, es que, a pesar de tener varios propietarios, las bases estética fueron desarrolladas en los primeros años de su existencia cuando se encontraba bajo las manos de Ferruccio Lamborghini. Inversionistas y grupos automotrices delegaron en la mayoría de los casos todos los desarrollos estéticos a los italianos hasta fines de los 90’s con el estudio Bertone y con personas que gestionaban los desarrollos dentro de la planta. Con la adquisición por parte del grupo Audi, crearon el Centro Stile en Sant’Agata bajo el mando de diferentes diseñadores provenientes de marcas italianas como Alfa Romeo brindando la consolidación y la importancia del Stile Italiano. Audi está caracterizada principalmente por entender el desarrollo del mercado y el funcionamiento de los modelos productivos, es de este modo que Automobili Lamborghini SPA queda radicada en Italia ampliando el departamento de desarrollo técnico e invirtiendo en su Centro Stile. Cabe destacar que la cabeza del design del Grupo VW es Walter de Silva. Audi mejora la profesionalidad del grupo en todos sus aspectos y confía el design al know how italiano. Mi experiencia me permite decir que el ADN que el grupo posee es tal cual Ferruccio hubiera querido. Cuando uno pasea por la planta y ve a cada uno de los operarios, ingenieros y directivos, siente y respira que la fábrica es de ellos, como si fuera una gran familia trabajando y es ahí donde creo que el ADN de la marca jamás se perderá. Por tal motivo y más allá de todos los propietarios que existieron en su historia sigue en pie y actualmente en sus mejores años.

-La pregunta inevitable es: ¿por qué volviste a la Argentina?
-La carrera de los diseñadores es muy larga y en algunos casos uno tiene que estar muy capacitado para poder estar lejos de tus raíces, teniendo la mente muy bien ubicada para no salir disparado para cualquier lado. Es un trabajo muy competitivo y tan veloz que no deja tiempo a disfrutar cada paso que uno va dando. Sinceramente en mi caso ni siquiera disfruté algunos proyectos con tal de que fueran terminados. Pero esa dinámica de amor-odio es parte de la filosofía de vida. Decidí volver a la Argentina porque necesitaba un cambio, empezar a armar algo para mí y que no fuera de otro. Necesitaba estar un poco en estos lugares. Siempre, cuando uno deja una buena impresión, las puertas quedan abiertas para un futuro y en mi caso, quién dice: tal vez regrese de nuevo a experimentar nuevos proyectos.

-¿De qué manera planeás seguir relacionado con el diseño y los autos acá en la Argentina?
-Existen planes de poder estar en la educación, ya que estuve dos años de experiencia como docente de Morfología en la UBA y así poder dar mi punto de vista al Design en Argentina con la pequeña experiencia que hice. Siempre estoy a disposición para generar cosas con el ambiente del automóvil.

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