Muchos de nuestros lectores de suramérica estarán ahora mismo con ganas de que llegue el verano, después de haber pasado el frío invierno, todo lo contrario que aquí en Europa, donde unos más alegría que otros comenzamos a sacar nuestros abrigos y bufandas de cara al invierno. Una estación especialmente comprometida para conducir nuestros coches, y casi una odisea para todo aquel que se niega a dejar la moto aparcada varios meses, que trae consigo mucha inestabilidad meteorológica que pondrá a prueba en algún momento nuestra habilidad al volante.
Lo que más quebraderos de cabeza da a los conductores en estas fechas es sin duda la posibilidad de que te pille una nevada en medio de un viaje, o que por circunstancias especiales no quede más remedio que coger el coche y afrontar el temporal en la carretera como buenamente se pueda. Nunca está demás decir que evites en todo lo posible conducir bajo estas condiciones, pero si no te queda más remedio que hacerlo desde aquí queremos darte unos consejos que espero os sirvan para llegar sin problemas a vuestro destino.
Conceptos básicos
Lo ideal para circular por la nieve es tener un 4x4, pero como no todo el mundo posee un coche de este tipo se hace necesario equipar a nuestro coche con otros elementos. Uno de ellos son los neumáticos de invierno, cuyas características especiales permite que tu coche circule sin tantos problemas por la nieve, y digo sin tantos porque en realidad sigue habiéndolos, a pesar de que mucha gente se piensa que montar estos neumáticos tu coche se comportará como un 4x4. Esto no es así, simplemente tendrá un mayor agarre en este tipo de terrenos pero tendrás que seguir manteniendo las mismas precauciones que los neumáticos normales. Sus mayores problemas es la necesidad de invertir en ellos y tener un lugar donde almacenarlos hasta el invierno siguiente (a poder ser un sitio sin humedad y sin estar expuestos al sol).
Si no tienes un todoterreno y tampoco quieres gastarte el dinero en unos neumáticos de invierno suplementarios, deberás equipar tu coche con mantas o cadenas. Desde mi punto de vista, lo ideal serían las mantas, ya que su facilidad de montaje es tremenda y no tardarás ni cinco minutos en ponérselas a tu coche. Sus puntos negativos son el desgaste que tienen, por lo que en uno o dos inviernos dependiendo del uso que les des es bueno cambiarlas, y su precio, bastante más caras que las cadenas. Además, si no se usan con una capa suficiente de nieve corres el riesgo de romperlas debido a la fricción con el asfalto, comenzando con una pequeña abertura que permite la entrada de nieve al interior de la manta y terminando con ella completamente rota.
Pero sin duda lo que más se usa para estos casos son las cadenas, muy eficaces, duraderas, baratas y no requieren ningún mantenimiento salvo inspeccionar visualmente que los eslabones se encuentran en buen estado y no están agrietados. Pero las cadenas exigen tener unos conocimientos mínimos de como ponerlas, desde aquí os recomiendo encarecidamente que perdáis media hora en el garaje de casa poniéndolas y quitándolas varias veces para tener bien claro como se hace, ya que no es lo mismo ponerlas a -5ºC en medio de la carretera sabiendo como que sin tener ni idea.
Otro fallo muy común que me encuentro en mis viajes a la nieve es también la falta de conocimiento a la hora de “cuando tengo que ponerlas” y esto sucede igual con la gente que lleva mantas. Me he encontrado con infinidad de coches que las ponen con una extrafina capa de nieve por la que se puede circular “sin problemas” no llevándolas. Esto desemboca en dos problemas, ya que este conductor necesitará ir muy despacio obligando a los otros coches a efectuar maniobras de adelantamiento que pueden ser arriesgadas y tener consecuencias graves, además de destrozar el neumático y en el peor de los casos provocar una rotura de los eslabones que al girar sueltos con la rueda dañarían gravemente los pasos de rueda de nuestro coche.
Mi experiencia conduciendo muchas veces en estas circunstancias me ha enseñado que la gran mayoría de las veces se circula bien o mejor aun con una capa normal de nieve sin tener que poner cadenas o mantas, eso si, estando alerta en todo momento. Hay que tener bien claro cuando ponerlas, no precipitándose y poniéndolas al más mínimo patinazo de nuestras ruedas (otro cantar es que haya hielo) y teniendo en cuenta también el tamaño de nuestras ruedas (un coche de rueda estrecha siempre necesitará más capa de nieve que uno de rueda ancha para patinar o perder el control).
Y con esto terminamos los conceptos básicos, para pasar a los consejos a tener en cuenta para conducir sobre nieve o hielo en caso de que no tengamos cadenas, mantas, neumáticos de invierno o un todoterreno.
22 de octubre de 2011
Consejos de conducción: circular por nieve y hielo
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