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18 de octubre de 2011

Acuerdo entre los grandes fabricantes para estandarizar los enchufes de los eléctricos

A día de hoy, muchos son los que piensan que el futuro de la indústria del automóvil pasa necesariamente por el coche eléctrico y los híbridos enchufables. Su evolución a lo largo de los últimos dos o tres años ha permitido conseguir autonomías de hasta 200 kilómetros entre recargas gracias a una nueva generación de baterías capaces de ofrecer mayores prestaciones con un tamaño cada vez menor. Eso por no hablar de los híbridos enchufables como el Chevrolet Volt o el Toyota Prius Plug-in Hybrid, los cuales pueden llegar multiplicar esa cifra por dos y por tres gracias a un pequeño motor turbo-diésel encargado de recargar las baterías cuando éstas se agotan. El único gran interrogante que les queda por resolver está en la red de estaciones de recarga que cada ayuntamiento tendrá que instalar en sus ciudades, y es que con cada marca campando por libre, se hace difícil saber cuál será el sistema estándar de recarga a corto y medio plazo.

Por suerte, los grandes fabricantes se han dado cuenta de la importancia del asunto, y han acordado el desarrollo de un sistema de recarga estándar para todos sus coches eléctricos. De esta forma, todos los modelos de marcas como Audi, BMW, Daimler, Ford, General Motors, Porsche o Volkswagen contarán con un sistema similar tanto para el mercado norteamericano como para el europeo. Esto debería permitir en el futuro poder planear con más facilidad una red de estaciones de recarga aptas para los modelos de todas estas marcas. Se trata de una decisión que ha sido tomada teniendo en consideración diversos informes sobre las actuales estaciones de recarga, sobre el diseño de los propios conectores y sobre las preferencias que tanto europeos como norteamericanos tienen sobre los coches eléctricos.

El único aspecto criticable de este acuerdo es que entre los fabricantes mencionados se echa de menos fabricantes como Honda o Toyota, dos de las marcas más activas en el desarrollo de tecnologías alternativas. Teniendo en cuenta que éstas se pueden llevar hasta un 30% de un mercado que todavía está por explotar, más les vale ponerse de acuerdo. De todas formas, lo que sí es cierto es que un pacto de este nivel se hacía altamente necesario, especialmente si no se quería caer en la problemática que siempre han tenido, por ejemplo, los terminales móviles. Después de todo, si los fabricantes se pusieron de acuerdo en los sistemas de recarga de combustible, ¿por qué no podían hacerlo con los enchufes de los coches eléctricos?

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