¿Habéis tenido la oportunidad de visitar, ver o quizás vivir en un edificio sostenible? Si es así, permitirme deciros que a mi juicio habéis estado o estáis ante una de las grandes evoluciones de la arquitectura moderna, me encantaría hablaros sobre ello pero este no es blog adecuado por lo que aquí encontrareis información básica.
Ahora que ya estamos un poco más informados sobre el tema ¿que os parece si aplicamos el desarrollo sostenible de un edificio a los vehículos? El resultado sería el vehículo ecológico perfecto: no contaminaría (algo en lo que se está trabajando muy duramente) y además sería capaz de autoabastecerse; parte donde Volvo y el Imperial College London entran en acción.
Ambos, con un presupuesto de 4,6 millones de dólares, están trabajando en un proyecto para elaborar el material perfecto, un material compuesto por fibra de carbono y vidrio que aplicado en la carrocería del vehículo sería capaz de producir energía para el motor eléctrico además del resto de componentes. En palabras más simples: sería una batería enorme con ruedas.
Los científicos del Imperial ya se encuentran trabajando sobre el metal presente en el maletero de un Volvo híbrido, para sustituirlo por su invento y dar así el primer paso hacía los vehículos completamente ecológicos. Si consiguen hacerlo funcionar de manera óptima serán capaces de reducir un 15% el peso del vehículo, entre metal y baterías, con el consiguiente aumento de la autonomía del vehículo, algo primordial hoy en día.
Como veis la tecnología en cuanto a vehículos ecológicos avanza a pasos agigantados, a pesar de que nos pueda parecer lo contrario, y si lo pensamos fríamente quizás no estemos tan lejos de ver el primer vehículo sostenible por nuestras carreteras.