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13 de noviembre de 2009

Cómo terminar en un lago con un Bugatti Veyron

El artículo que váis a leer a continuación puede herir vuestra sensibilidad, así que avisados quedáis. Se trata de un auténtico Bugatti Veyron valorado en más de un millón de euros, que por desgracia ha acabado con el agua hasta el cuello en Galveston, Texas (EEUU). Las imágenes son muy tristes y dolorosas, pero la forma en la que el coche ha acabado con habitáculo y motor anegados de agua parece surrealista. Para empezar, el propietario del superdeportivo más rápido del mundo iba hablando por teléfono móvil.

No llevaba manos libres y estaba cometiendo una infracción de tráfico. De la que iba a visitar una propiedad inmobiliaria de alto valor, probablemente hablando con un agente, un pelícano en vuelo rasante irrumpió ante el Bugatti. Asustado y con las facultades disminuidas por estar atento a la conversación, el conductor pegó un fuerte volantazo. La mala suerte hizo que una de las ruedas pisase barro deslizante, causando la total pérdida de control del coche y un trompo que terminó de manera anfibia.

No sé vosotros, pero yo estoy entre reirme o llorar de pena. Sinceramente, no me lo creo. El Veyron tiene tracción integral, ESP y unos rodillos por neumáticos, muy difícil debe ser que acabe en el agua, teniendo en cuenta que la carretera se ve bastante seca. En cualquier caso, los testigos dicen que el motor permaneció encendido durante quince minutos en el agua, con los escapes burbujeando como una fueraborda. Bien el agua anegó la admisión o los escapes no pudieron con la presión, pero el motor acabó muriendo.

Desconozco si simplemente se caló, pero una avería de motor en ese motor no debe ser barata, para nada. Sin hablar de un habitáculo que habrá quedado para el arrastre. Aunque el coche es salvable requerirá de una buena inversión para dejarlo como cuando salió de Molsheim.

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