Una vez visto el que probablemente se siente en el podio como el SLR más bruto ver este otro McLaren SLR permite que además de ganarse una mención por bruto casi se nos salgan los ojos. Lo más extraño quizás es que se viera en un salón de exposición y no a manos de un rico jeque árabe, por seguir un poco con el estereotipo.
Lo han bautizado como Red Gold Dream McLaren SLR 999 y no hace falta analizarlo demasiado para saber por donde van los tiros. Rojo y dorado es y más que sueño yo le llamaría pesadilla más bien, pues no es que sean tonos que congenien demasiado bien. Prácticamente todo el interior rezuma ese brillo exagerado, si bien hasta podría ser pasable localmente en puntos como las llantas de aleación (más que nada porque mantienen el diseño original) Ojo porque no sólo es dorado sino que es oro. Quien firma este trabajo, Ueli Anliker Design, ha gastado oro de 24 kilates y 500 rubiés para darle todavía más brillo.
Y ya no sólo es el dolor de la vista al apreciar el “baño de luminosidad” que se da este SLR sino que la forma estética es un tanto estridente, sin entrar en el tema de la aerodinámica. La parte delantera no sólo rivaliza directamente con el “SLR brutus máximus” sino que es fácil imaginar la “pupa” que puede causar si te lleva por delante. Llegados a este punto el alerón trasero pasa casi desapercibido, el protagonismo de la zaga ya se lo lleva el difusor “de lancha”.
“999” es una aproximación extraña a su cifra de potencia, que es exactamente de 1.000 CV. Las fuentes no indican los cambios realizados en su mecánica o siquiera si se mantiene el ocho cilindros o se utiliza otro motor, en cualquier caso es un salto enorme de potencia desde sus 626 CV originales.
30 de abril de 2009
El Tuning más feo del mundo de un Mercedes SLR
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