Poco antes de que acabara el mes de marzo Richard Jenkins marcó un interesante récord: máxima velocidad en tierra gracias a la propulsión del aire. Esta marca la consiguió a bordo del Ecotricity Greenbird en el lago seco de Ivanpah (Nevada) y la velocidad máxima alcanzada fue de 202.8 kilómetros por hora.
El “pájaro verde” es una construcción híbrida, si se me permite la comparación, entre una avioneta, un velero y un coche diseñado aerodinámicamente para maximizar el uso del viento a favor de la propulsión. Está construida con materiales compuestos para mantener bajo mínimos el peso. El piloto se sitúa dentro de la cabina central, prácticamente tumbado, y desde ahí puede dirigir de forma suave el “navío” para corregir las posibles desviaciones.
Resulta agradable ver este tipo de hazañas en las que no se realiza combustión contaminante alguna y solamente se utilizan los recursos renovables (en este caso, el viento) para realizar un movimiento.
Richard Jenkins no se va a quedar aquí y pretende utilizar el Ecotricity Greenbird para alcanzar un buen récord de velocidad sobre hielo. Desde aquí le deseamos mucha suerte.
Vía: zercustoms