No, no mentía para nada. Cuando la suspensión neumática está bajo mínimos, el 1931 Studebaker Model 54 que han llevado los chicos de Toyo Tires al SEMA Show se queda a ras de suelo. Por no decír que debe estar prácticamente apoyado en él.
De momento, y ahora ya ha acabado el salón de Las Vegas, es uno de los coches que más me ha gustado. Conserva las trazas clásicas de los auténticos Hot Rods, pero se le ven ciertos aires novedosos, sin estancarse excesivamente en el pasado.
Como ya dijimos, el motor es un Chevy V8 350 con la opción Tri Power. Tres carburadores de doble cuerpo para que respire cómodamente y entrege todo su potencial sin rechistar. Una bonita forma de presentar los nuevos neumáticos Toyo Proxes.
Vía: Autoblog