Básicamente consiste en aplicar calor con un secador de pelo durante un periodo de 30 segundos a un minuto y en seguida, pulverizar CO2 en spay durante unos 10 segundos. Supongo que el misterio estará en el cambio tan brusco de temperatura, haciendo que la chapa vuelva a su forma inicial.
Por cierto, si queréis probarlo, avisan que la pintura no sufre ningún daño con este procedimiento.
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2 de diciembre de 2007
Como arreglar una abolladura en segundos
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