Dice la Real Academia Española que Hidalgo es una “persona que por su sangre es de una clase noble y distinguida. Supongo que por eso HMC (Helvetic Motor Company) le ha puesto ese nombre su exclusivo superdeportivo.
Sobra decir que la carrocería del Hidalgo es todo un homenaje a los coupés clásicos con su amplio morro, sus protuberantes arcos de rueda y sus luces redondas. Su amplio respiradero delantero o sus llantas de aleación prácticamente opacas son otro de los signos de época. Viéndolo así desde fuera sería casi imposible averiguar que tras la “carcasa” se esconde un auténtico Mercedes SLK.
El Hidalgo comparte con el descapotable de la estrella la plataforma pero su cuerpo, de hecho no hay capota retráctil sino un techo totalmente rígido. Por dentro es también igual que el SLK aunque con pequeños cambios que no nos dejan ver bien por las fotos. Espero que hayan regado la cabina con detalles en madera o elementos que recuerden a los clásicos, el interior del SLK es demasiado moderno.
Al partir del SLK, de un 55 AMG para ser exactos, también adquiere sus propiedades mecánicas. El V8 de origen AMG mantiene su entrega de 360 CV de potencia e imagino que igual ocurre con la tracción trasera y la transmisión Speedshift 7G-Tronic con levas en el volante. Vamos que para tener un aspecto clásico el coche tendrá unas más que buenas prestaciones.
El HMC Hidalgo podría dejarse ver en el próximo Salón de Ginebra para cautivar a los buscadores de un coche original con una plataforma y una mecánica de excepción. Eso sí tendrán que desembolsar cerca de 300.000 euros para hacerse con la propiedad de este coche de “ánimo generoso y noble”. En comparación el SLK cuesta actualmente 81.000 euros.
