Cuando hablamos de detallado, o detailing si respetamos el término anglosajón, no nos estamos refiriendo únicamente a un lavado adecuado y cuidadoso del vehículo, sino que abarcamos a todos los detalles del coche, buscando el dar un aspecto igual (o mejor) que el de coche nuevo, además de proporcionar brillo y suficiente protección para todos los elementos del vehículo, desde pintura a llantas pasando por cromados o interiores.
Para todo ello ha de emplearse un buen puñado de horas y además los productos adecuados, lo cual puede hacer subir bastante la factura. Pese a todo, nada comparado al caso que os presentamos a continuación, un tratamiento integral sólo al alcance de los más pudientes y caprichosos. Al fin y al cabo, si te gastas más de 200.000 euros en un deportivo, por poner una cifra orientativa, ¿no sería lógico también un adecuado mantenimiento y conservación a la altura del propio vehículo? Gurcharn Sahota es un detailer que ofrece sus servicios en el Reino Unido a una tarifa de aproximadamente 9.000 euros por vehículo, más de 20 veces de lo que podría costar un detallado habitual en manos de un profesional.. ¿Está verdaderamente justificada esta cifra tan elevada?
Por supuesto, el tratamiento de detallado de Sahota es de lo más pormenorizado e incluye los correspondientes lavado, secado, descontaminación de la pintura, pulido, encerado, sellado de llantas o limpieza de interiores, entre otros.
Una de las claves de su elevada tarifa es que emplea un total de 250 horas por vehículo, donde hasta el más mínimo detalle tiene cabida, y emplea nada menos que 100 productos distintos para llegar al objetivo final: una completa y pormenorizada restauración de la pintura del vehículo hasta dejarla mejor que nueva, analizando microscópicamente de forma previa cada mínima imperfección de la pintura.
Además del mimo y el número de horas puesto en el trabajo, otro de los secretos de este detailer son los caros productos utilizados, los mejores y más exclusivos del mercado. Sin ir más lejos, en el vídeo parece apreciarse cómo trabaja con la que sea quizás la cera más cara del mundo, la Zymol Royale Glaze, con elevadísima pureza en Carnauba, haciendo que cueste la friolera de casi 10.000 euros.
Ahora se entiende cómo la mayoría de sus clientes son Rolls Royce, Bugatti Veyron, McLaren F1 o Lamborghini como el del presente vídeo, porque el lujo no entiende de dineros. No nos alarmemos: para los que andamos más justitos, con una cera de 50 euros (o incluso menos) iríamos más que sobrados…