Un todo terreno que parece directamente sacado de la ciencia ficción, con un nombre sacado de un personaje de comic. Y con este tanque-todoterreno podrías llegar al sitio más aislado y recóndito, sin que ni siquiera te despeines.
El Shadow Hawk es un proyecto, aún. Esta bestia fue planificada por Shadow Hawk, una compañía que vende algunos vehículos todoterreno de lo más extravagantes (pero interesantes), con una producción anual muy limitada, para unos pocos. Y su última creación es una mezcla de Hummer alocado del futuro, con chasis de titanio y 1.100 caballos.
Para que no duela tanto en el precio, el chasis podría ser también de chromolly, una aleación de cromo y molibdeno, vista en la fabricación de marcos de bicicletas. Según sus creadores, el titanio será la mejor opción ya que puede deformarse absorbiendo impactos, algo que por ejemplo el carbono no logra.
Pero el Shadow Hawk no será solamente para subir montañas. Sus prestaciones en la carretera están aseguradas con un motor V8 de 6.6 litros, de 1.100 caballos, que le darían una máxima de unos 330 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 3,5 segundos. Para más cosas de llamar la atención, el sistema de cuatro embragues, uno para cada rueda (de 44 pulgadas) que pueden conectarse y desconectarse o patinar todas las veces que sean necesarios, además de dar la potencia exacta a cada rueda en el momento indicado. Los 4 embragues no son mecánicos, sino que son controlados mediante ordenador.
El puesto de comando de esta cosa también daría de qué hablar con multitud de pantallas de video, para multimedia y navegación. Los misteriosos switches y controles son interminables, rematado por un volante con controles incluidos, estilo coche de Fórmula 1(sic). Tanto el vehículo entero como la electrónica estarán protegidas contra el agua y el detalle que faltaba: se puede levantar toda la carrocería al toque de una paletita en el volante.
Yo no sé si algún día se va a producir, pero ya quiero darme una vuelta en esto.