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8 de julio de 2010

El Citroen Survolt se deja ver por Le Mans

Prototipos. Tan espectaculares en las fotografías como decepcionantes cuando nos encontramos con que en la mayoría de los casos su funcionalidad es prácticamente nula. Son necesarios e imprescindibles para que los fabricantes plasmen en la vida real sus nuevos rasgos de diseño, investiguen nuevas tecnologías y sobretodo puedan interpretar la acogida del público y la crítica. ¿Pero no es frustrante que muchos no puedan moverse del stand en el que se presentan por sus propios medios?

En marzo acudíamos a la presentación del Citroën Survolt en el Salón de Ginebra. Alli lo teníamos, en un stand inclinado junto a dos elegantes azafatas, pero con la misma pose de todos los prototipos y las mismas lunas tintadas que nos hacen pensar que lo de moverse no va con él. Por suerte a Citroën le gusta lo de sacar del ostracismo a sus prototipos y llevárselos a algún circuito, y así lo hará con el Survolt que recorrerá Le Mans el próximo día 10 de julio.

Vanina Ickx no es una piloto demasiado conocida, es más, puede que si no has seguido en los últimos años la DTM, o las Le Mans Series no sepas quien es. Pero estoy seguro de que el apellido al menos te resultará familiar, y es que se trata de la hija del belga Jacky Ickx. Ella será la encargada de rodar los primeros kilómetros (al menos de cara al público) del Citroën Survolt y dar unas vueltas al trazado francés.

En la teoría, el Citroen Survolt es una de esas máquinas que cualquiera soñaríamos con llevar. Chasis tubular, fondo plano, carrocería de fibra de carbono y una cifra brillante sobre la báscula, sólo 1.150 kg. Y digo brillante, por que entre otras cosas tiene que cargar con el peso de dos baterías de litio (cada una de 140 kg) que permiten una autonomía de 200 km y se pueden recargar por completo en 10 horas o en sólo 2 horas con un sistema de alimentación específico de alto voltaje.

Me imagino que esos 200 km de autonomía los habrán conseguido bajo el ciclo de homologación de consumos en turismos, muy lejos de los 260 km/h de velocidad punta que aseguran que alcanza y que me imagino que dejará las baterías bajo mínimos en cuestión de un par de kilómetros. Aún así, sigue siendo impresionante. 0 a 100 km/h en 5 segundos y 0 a 1000 metros en sólo 22 segundos.

Me gustaría que como ya hicieron con el GT by Citroen se lo prestasen a algún probador ajeno a la marca que nos contase más secretos de esos que esconden muchos prototipos. Como curiosidad dicen que el GT by Citroen no disponía de freno de estacionamiento (había que calzarlo) y aunque contentos con la oportunidad de subirse a un prototipo único, los que lo probaron se quejaron de que el aislamiento acústico y térmico del V8 brillaba por su ausencia.

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