Una vez concretada la venta de Saab a Spyker, y ya con la producción reanudada, el fabricante holandés y nuevo dueño de la casa sueca ya tiene algunos planes o más bien expectativas cernidas sobre Saab. Es obvio que Spyker quiere -y necesita- que Saab sea rentable, por lo que han establecido en un 18% el aumento de producción durante el primer año de “la nueva era Saab”.
Spyker ha revelado que aún falta por abonar un último pago a General Motors por un monto de 24 millones de euros, que debe ser pagado el próximo verano. Esto cerraría el acuerdo en el que el fabricante holandés pagó por Saab unos 300 millones de euros. Lo que viene es cuesta arriba para ambos ya que ninguno de los dos fabricantes ha generado beneficios en la última década.
En 2009, Spyker reportó pérdidas por concepto de 23 millones de euros, un poco menos que los 24.8 que perdieron en 2008. Y un punto a tomar en cuenta, Spyker es un “pequeño” fabricante, que el año pasado produjo 31 unidades de sus coches exóticos que están tasados en unos 200.000 euros, reportando un descenso con respecto al 2008, año en el que vendieron 48 unidades.
29 de marzo de 2010
Lo que espera Spyker de Saab
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